miércoles, 18 de agosto de 2010

OBLOMOVSHCHINA


He recibido una carta –un email- de un desconocido (siento decir que algo tarde(1); pero eso es solo culpa mía y de cierto error aún por subsanar en la configuración de determinado gadget, que para quién no lo sepa –entre los que me incluyo- es como una ventana dentro de una ventana, una en ocasiones inútil pieza de la maquinaria que sostiene este espacio), que escribió después de ver, hoy mismo, en el Anobii del blog, que entre mis últimas lecturas estaba “Cansados de estar muertos” de Juan Bonilla y que pretende servir de apoyo: una suerte de guía literaria, vaya. No sabía él entonces que ese cuadro se refiere única y exclusivamente a los libros que he terminado, no a los que están en curso. Este amable desconocido responde al intimidante nombre de Oblomov Varese. Intimidantemente sonoro, que me hace temer una invasión rusa o la resurrección de algún personaje inédito de Dostoievski.

El nombre se me hace conocido y tiro de Google. Oblomov Varese no existe, ni con comillas ni sin ellas. Pero “Oblomov” solo sí. Y “Varese” también. Mi nuevo amigo es de mentira, pero no me importa, todos los somos un poco. El anonimato de la red nos escuda, nos difumina, nos borra hasta el sexo si queremos. Es tan fácil ser nosotros mismos como cualquier otro. Me vais a permitir que copypasteé de la wikipedia -primer enlace al que me remite el buscador-, un párrafo de la entrada “Oblomov”:

Oblómov (en ruso Обломов) es la novela más conocida del escritor ruso Iván Goncharov, publicada en 1859.
Oblómov es el protagonista de la novela, a menudo considerado como la personificación del "hombre superfluo", un tópico recurrente a lo largo de la literatura rusa del siglo XIX. Oblómov es un noble joven y generoso que parece incapaz de hacer nada con su vida. A lo largo de la novela raramente sale de su habitación, donde permanece tumbado en un diván intentando evitar los problemas, las propuestas y las obligaciones que le llegan del exterior. Hasta la página 150 no se decide a salir de la cama.

Respecto al apellido, a “Varese”, bien pudiera ser una referencia a un provincia italiana pero me inclino a pensar que tiene más que ver con Edgar Varèse, compositor francés que desarrolló su actividad artística a mediados de siglo pasado y que se especializó en música electrónica. Esto a vosotros os puede dejar fríos, pero a mí no. A mí me hace temblar, pero no de frio precisamente. Dejo otro párrafo, también de la wikipedia:

Se interesó también por los instrumentos electrónicos y escribió para dos theremíns, bajo, metales, teclados y percusión en Ecuatorial (1934).

Yo no he sido siempre el lector que hoy soy. Un día fui más cinéfilo que ahora y en el año 2007 descubrí una interesante película de ciencia ficción llamada “Planeta Prohibido” de la que hice un extenso análisis del que llegó a publicarse una versión automutilada en una web especializada en dvd´s (2). Gracias a esta película, recopilando datos, investigando y escribiendo durante muchos días el comentario, descubrí la música electrónica –que no me agrada en absoluto, dicho sea de paso-. Descubrí el therenim y su heredero, el Ondes Martenot. Desde entonces lo siento como mío, como algo privado, como algo que me arranca una sonrisa al escucharlo de pasada en televisión o navegando por la red, algo que me callo por privado, por no venir nunca a cuento. Un chiste privado sin gracia. Qué “Varese”, el ¿falso? ¿apellido? de mi ¿amigo? sea también el de un artista tan peculiar, tan vinculado a mí, me asusta más de lo que me asombra. De no haber cruzado mensajes con Oblomov pensaría que esto una broma de alguien que me conoce bien, pero lo que me ha dejado ver Oblomov de sí mismo tiene demasiada entidad para ser un simple fantasma. Nadie se toma tantas molestias en gastar una broma. Oblomov es real, tanto como yo; lo fue desde que recibí su primer correo.

Mientras escribo este comentario descubro que Oblomov se ha hecho seguidor de este blog; un favor que espero no tardar en devolverle, cuando, si me hace caso, pone en marcha el suyo, creado hace meses y oculto a los ojos del mundo, vacío de contenido pero no de ideas. Su desidia es hija de su actitud porque Oblomov es un tipo triste, o al menos eso afirma él, con un espíritu más cercano a su nombre que a su apellido, que a diferencia de los protagonistas de la novela de la que se ocupa este comentario no está cansado de estar muerto. Es feliz en su condición oblomovista a pesar de todo. Cito una frase suya que me dijo en otro correo: “No se me escapa una sonrisa desde que cumplí los treinta. Todas me la han tenido que robar. Me ha violando la tristeza demasiadas veces.”

Pero disculpadme pues no he acabado de contar todavía qué hay de misterioso en su nombre; que motivos puedo tener para sorprenderme tanto. Qué tiene que ver el azar con todo esto. Oblomov es un personaje de una novela con la fuerza suficiente para trascenderla. La novela de Perec, “Un hombre que duerme” está considerada “literatura Oblomov” al tener como protagonista a “un estudiante que el día de sus exámenes de sociología decide no levantarse de la cama, abandonar sus estudios y cortar toda relación con amigos y parientes. Encerrado en sí mismo, en su chambre de bonne donde todo es gris, el estudiante se sumerge en la indiferencia más total hacia el mundo que le rodea. Entonces se dedica a errar por París, a ir al cine, a leer los titulares de los periódicos, pero como lo haría un sonámbulo”. Pero no es aquí donde he encontrado su relación conmigo sino en uno de los personajes de “Pacífico”, de Garriga Vela, que todavía está caliente en mi estantería, y en la pasiva actitud frente a la vida que tienen todos los protagonistas. La propia novela que nos ocupa, “Cansados de estar muertos” está entre las favoritas de Oblomov por motivos semejantes: habla de los muertos en vida, en sabernos cadáveres ambulantes y no hacer nada por evitarlo. Porque no sabemos o porque no queremos. Por lo que sea. Esta misma mañana (3), armado del valor que da la semiinconsciencia del sueño (y escudándome abiertamente en ella también) le he preguntado a Oblomov por el origen, la veracidad de su nombre. Su respuesta no ha tardado en llegar: “¿El origen de mi nombre? ¿Qué importancia puede tener eso? ¿Sería diferente persona si me llamase de otro modo? ¿Sería más digno de confianza? Mi madre contestaba siempre lo mismo cuando le preguntaban qué edad tenía: “Me siento de 28”, decía. No era broma; se sentía más de 28 a los 40 que cuando realmente los tenía. ¿Quieres saber cómo me llamo? Me siento Oblomov. Llámame Oblomov.” (1b)
Mientras escribo estas líneas recibo un mensaje de Oblomov informándome de la apertura de su blog con un sencillo pero ilustrativo relato sobre la autoría de su nombre que ha resultado ser todo un ejemplo de brevedad y concisión, (muy lejos del estilo de esta entrada que se sigue perpetuando a cada minuto) y que además resulta esclarecedoramente didáctico. (4)
No quiero demorarme más. Dejo a continuación sus palabras, las primeras que recibí, que me parecen ya tan lejanas…


“Buenos días,
No me conoces. He llegado a tu blog por azar, desde el blog de otra persona, y he visto que estabas leyendo una novela que en su momento, hace ya muchos años disfruté enormemente. Se trata de “Cansados de estar muertos” de Juan Bonilla y el objeto de mi carta no es otro que el de ponerte sobre aviso y aconsejarte que antes de terminarla tengas en cuenta usa serie de interesantes datos que pueden darle a la novela un significado nuevo –diferente sería más correcto-, si se saben interpretar.
Debes tener en cuenta que Bonilla no habla solo de seres extraviados, que se creen muertos a fuerza de faltarles esperanza. Habla de la misma muerte y de todo lo que le rodea y nos ofrece un montón de señales que yo no supe ver y cuando lo hice era demasiado tarde.
Presta especial atención a los nombres de los protagonistas: Fausto es un personaje que en la literatura clásica vende su alma al diablo a cambio de sabiduría, Morgana es una hechicera, que embruja a los hombres y que ama tanto como odia a Arturo, monarca y estratega inglés. Vemos también a un joven llamado Comandante Alighieri, (Dante), que acompaña a nuestros protagonistas en su descenso a los infiernos. Chopped es un fiambre, pero esto no deja de ser una broma macabra del autor de la novela. Mefistófeles es el diablo mismo, que busca almas que llevarse al infierno. Hay muchas otras señales: el metro como contenedor de alma, la cantina ubicada en el tanatorio, un purgatorio, un abismo al infierno al que son arrastrados Fausto y Morgana y del que solo se sale cuando se quiere vivir. Hay mas señales, mas detalles, pero esos merecen ser descubiertos por uno mismo.
Temo haberte dicho más de que desearías saber, pero confío de este modo en evitarte una segunda lectura que yo me prometí tantas y tantas veces y nunca cumplí.
Disculpa si te ha molestado este mensaje que ha sido escrito con la mejor de las intenciones.
[...] (5)

Oblomov Valese”


Después de esto vinieron los emails, algún reproche que no viene al caso y la apertura de un blog. Lamento no haber recibido antes este correo y evitar así esa segunda lectura que también temo eternamente demorada.

Cansados de estar muertos” es además, una novela magníficamente escrita que no se merece, ni por la forma ni por el fondo, el ostracismo al que la hemos condenado.
Concluyo esta entrada agradeciendo a Oblomov su visita y la inesperada interactividad que ha supuesto para el comentario de libro.





(1) Si lo hubiese puesto antes (el gadget del que sigo hablando más arriba) el correo de Oblonov habría llegado durante la lectura y todas las señales, todas la claves que oculta la novela me hubiese permitido disfrutar mucho mas de ella y no estaría sufriendo como estoy ahora las consecuencias de mi pasividad durante la lectura. Mi oblomovismo lector. (a)
a. Esto lo entenderéis después.
b. Os lo dije.
(2) La versión original de la entrada incluía aquí un enlace al pormenorizado análisis. Si ya no está es porque hoy no lo estimo oportuno. 
(3) No siendo “esta misma mañana” necesariamente la mañana de su publicación, ni, por descontado, la mañana en que es leída por alguno de vosotros. Es un buen momento para confesar que este comentario me está llevando más de lo esperado. Llevo ya dos días que prometen eternizarse si no encuentro la forma de centrar el tema. Doy por supuesto que tendrá un final abrupto, que es lo que me merezco.
(5) A continuación me dice cosas que no viene a cuento publicar.

lunes, 16 de agosto de 2010

Reconstrucción



“La historia la escriben los vencedores” (Anónimo)
"Con mis propios ojos he visto yo mismo cómo lo llevaban con pompa (al Papa) sobre sus hombros los príncipes, fulminando cruces con la mano, y cómo lo adoraba todo el pueblo de rodillas a lo largo de las calles. Llegaban al extremo de que los que podían besarle los pies o las sandalias se consideraban más afortunados que los demás y proclamaban que habían obtenido numerosas indulgencias, gracias a las cuales les serían reducidos largos años de sufrimientos infernales. ¡Oh, Bestia, la más vil de las bestias, la más desvergonzada de las rameras!" (p. 462) [683].
CHRISTIANISMI RESTITUTIO – Miguel Servet



Se acercan a 500 los años que transcurrirán desde la cita de Miguel Servet que figura un poco más arriba y la próxima visita del Papa a nuestro país (o a cualquier otro; no tenemos la exclusiva de la estupidez), que también vendrá acompañada de pompa, boato, genuflexiones, lágrimas y promesas de eternidad: la versión gore de un concierto de Michael Jackson.
Romper con todo esto no es en nuestros días motivo de sorpresa; nadie se rasga ya las vestiduras ni se cuelga medallas ni, por supuesto, teme que lo vayan a quemar la hoguera. Pero esos tiempos han quebrado; tienen puesto el cartel de “se vende”. Aceptar los maltratos es cosa del pasado. Pero no es justo juzgar su intolerancia ni sus perversos vicios porque quien más quien menos peca de exceso de celo en lo suyo. Yo mismo soy amante de ciertos memorables momentos de la historia, como aquellos maravillosos años en que alimentábamos a los leones con cristianos.
Soy fan de lo que provocó Lutero –que no de Lutero, ojo- desde que leí una novela que narra acontecimientos muy similares a los de Orejudo en “Reconstrucción”. Se trataba de “Q”, un experimento a varias manos por un grupo autodenominado Lutter Blisset luego reconvertido en Wu Ming. “Q” es una novela genial, no tanto por méritos artísticos propios como por la ventaja que le ofrece contar una de las más apasionantes historias político-religiosas de las que tengo constancia: el cisma dentro de la iglesia católica y lo que eso creó: el anabaptismo.
Todo esto para decir que me ha encantado el relato de Orejudo por muchas razones pero por encima de todas por el apasionante pedazo de historia que vuelve a traer(me) a la memoria. A mayores, por guapos y buenos, nos regala una estructura de novela de recuerdos con cierto misterio en lo que a sus narradores respecta así como una gran cantidad de diálogos maravillosos que parecen haber sido diseñados para destruir lo que tocan, porque no se salvan ni los unos ni los otros (no hay buenos y malos en esta historia, si acaso solo “malos”) ni falta que les hace, que méritos han hecho pocos. “Reconstrucción” se convierte, por derecho propio, en una novela que debería ser de lectura obligada en los institutos a la hora de hablarnos de aquellas “pequeños” pasos que dio el hombre para hacer posible el Renacimiento. “Reconstrucción” es también, para servidor, la puntilla que faltaba para hacerme incondicional de este señor.

FosterWalización de Providence






EXTRACTOS DE LAS HOJAS 25, 87, 148 y 149 DE LOS ARCHIVOS PRIVADOS Y SUPERSECRETOS, LACRADOS A LA ANTIGUA Y CON PRECINTO DE GARANTIA, DE GLOBAL INTERVIEW & CO. QUE FUERON RESCATADOS DE UN CONTENEDOR DE BASURA EN LAS AFUERAS DE PROVIDENCE



CRITICA SIMPLE. NIVEL 01. GRUPO DE ENSAYO 45: ENTREVISTAS CON SUJETOS CLASE B: AQUELLOS QUE HAN LEIDO LA NOVELA Y NO LES HA GUSTADO. Y ADEMÁS LES HA COSTADO TERMINARLA, QUIZÁ PORQUE LO HICIERON OBLIGADOS O BAJO COACCIÓN (de esto el entrevistador no se llega a enterar nunca, pero supone positivamente que tiene que ser algo así o de otro modo no se entiende).

Alex Franco es un director de cine a la vez que capullo integral que acepta una mierda de trabajo en Estados Unidos a cambio de follarse a una vieja. O algo así. Luego al tío se le va la olla de tanto follar y cree que se lo van a comer los tiburones. Al final no entendí nada, no sé si lo abducen los extraterrestres o una movida así. Pero vamos, que si alguien busca una cosa fácil para leer en la playa que mire en otro departamento.



CRITICA SIMPLE. NIVEL 02.GRUPO DE ENSAYO 32: ENTREVISTAS CON SUJETOS CLASE C CON TENDENCIA A LA INDEFINICION: AQUELLOS QUE HAN LEIDO LA NOVELA Y NO SABEN SI LES HA GUSTADO O NO O NO SE ATREVEN A DECIRLO.

Tiene algo, eso no se puede negar pero no sabría decir qué. He buscado referencias y críticas de otros… Sí, ya sé que no se podía pero encontré una navegando por Internet y una cosa llevo a la otra y ya sabe que Internet tiene el don de la perturbación y uno acaba entrando donde no quiere como en páginas porno y al final me doy cuenta de que nadie tiene ni idea de qué va o quizá no lo quieren decir, no lo sé, pero lo que sí sé es que se lee unas veces con más facilidad que otras y que hay partes más interesantes y partes más aburridas pero si me pide una valoración global no se la puedo dar porque tengo que pensarlo más, no puede esperar que en sólo una semana tenga la cosa madurada, que hablamos de un libro enorme que cuenta muchas cosas […] Me da igual que necesite una respuesta, yo necesito más tiempo y si soy el objeto de estudio debería tratarme mejor y no mirarme así, que parece mi terapeuta, coño.



CRITICA SIMPLE. NIVEL 01. GRUPO DE ENSAYO 12: ENTREVISTAS CON SUJETOS DE CLASE O DE OBSESIVOS COMPULSIVOS O SIMPLEMENTE SALIDOS.

¡Me metí en libro, tía, lo juro por dios! No me había pasado nunca. Fue empezarlo y sentirme el protagonista, ya sabes, como los videojuegos, ¡como el puto Providence! ¡El supermegajuego! ¿Te imaginas algo así? Sería como jugar a los putos SIMS en realidad virtual. La hostia, seguro. Pues a mí me pasó lo mismo. Yo era Alex Franco, tía, y no veas qué pasada. Al llegar al segundo nivel lo empecé a entender, tenía que emplearme más a fondo y lo hice, tía, me da palo decirlo pero lo hice. ¡¡¡Me hice seis pajas con los polvos del Franco!!! ¡¡Seis!! Pero quería sentirme igual, TENIA que sentirme igual, vivirlo como el cabronazo ese. Qué salidos los providencianos, ¿eh? ¿A que sí? […] No, el final no lo pillé de todo pero sí que molaría estar en el ascensor ese, ¿eh?, con las tías esas que deben estar buenísimas. ¡Qué suertudo el prota! ¿Si me gustó el libro? Claro, claro, sobre todo la segunda parte, ya sabes, cuando llega a Providence y…



CRITICA MEDIA. NIVEL 03. GRUPO DE ENSAYO 25: ENTREVISTAS CON SUJETOS DE CLASE A: LOS QUE CREEN HABER DESCUBIERTO ALGO DE VITAL IMPORTANCIA A LA VEZ QUE INCOMPRENSIBLE HASTA EL PUNTO DE OBSESIONARSE Y OLVIDARSE DEL RESTO.

Nadie lo ha visto, estoy seguro. Es demasiado sutil, demasiado vago, demasiado… ¿Me entiendes? Es como… no sé decirte. Lo tuve claro enseguida. Sí, sí, te cuento: los polvos de Franco no son simples polvos, son mucho más que eso, hay algo detrás, como las películas de David Lynch, que tienen mensaje oculto, pues aquí igual. ¿Te has fijado que a medida que avanza la narración las tías van estando cada vez mas buenas y son mejores en la cama y a él le gustan más y hasta juraría que son cada vez más jóvenes…? Bueno, excepto por lo de la última, a ésa me costó pillarla, pero claro, eso es normal visto lo visto con perspectiva […] ¿Y qué me dices del edificio? Un falo, ¿no? […] ¿Y no se lo puedes preguntar al escritor?



CRITICA BAJA. NIVEL 01. GRUPO DE ENSAYO 10: ENTREVISTA CON SUJETO DE CLASE Z: LOS QUE NO LO HAN LEÍDO PERO NO LO ADMITIRÁN JAMÁS Y NO CONTENTOS CON ESO SE PERMITEN EL LUJO DE PRESUMIR (El entrevistador, sintiéndose insultado, no se molesta en corregir el error en que incurre el entrevistado a la hora de citar el nombre el autor).

Es bueno este Ferrero, muy bueno. Sin duda. Se ve que tiene experiencia a la hora de plasmar sus ideas. Es capaz de grandes sutilezas, de contar una cosa escribiendo otra, de incluir en la narración mensajes ocultos, ideas novedosas. Es la nueva novela, no me cabe duda. Veo en todo esto a Pynchon, a Barth, a Delillo, a Dos Passos, grandes referentes, sí, pero que Ferrero ha asimilado perfectamente y ha sabido traducir. ¿Me estás preguntando en serio si sé lo que es Providence? Ya te vale. Cualquier con dos dedos de frente, cualquiera que haya leído la novela sabe la respuesta a tu pregunta, a esa incógnita. Porque eso es lo que es, efectivamente, una incógnita, una gran incógnita, un misterio tras una puerta sin cerradura, sin llave, sin pomo, una misteriosa puerta, sin duda. Ferrero no acaba de decir nunca lo que se espera de él, tal hacía aquel novelista en aquella novela… ¿Cómo se llamaba? Da igual, una de las grandes, como esta, sin duda, como lo será esta. Sin duda. ¿Podemos dar por concluida la entrevista? Es que estoy superliado con la tesis.



CRITICA BAJA. NIVEL 00. GRUPO DE ENSAYO 70: ENTREVISTA CON SUJETO DESCLASIFICADO: DEL QUE NO LO HA LEÍDO, NO LO NIEGA Y ADEMAS SE QUIERE QUEDAR CON EL LIBRO Y EL DINERO.

¡¡Que te jodan, tía!! ¡¡Qué os jodan a todos!! Me queréis hacer leer un puto libro de locos. ¡¡He mirado en internet, coño, y no lo entiende ni dios!! ¡¡Queréis comerme el tarro!![…] ¡Iros a cagar! ¡Ni de coña, tíos! […] Que no, que me lo he gastado […] Pues denúnciame, a mí qué me importa; me declaro insolvente y ya está […] No, no sé dónde está […] Vale, vale, sin violencia, pavos: lo tiene mi madre, pero yo paso de pedírselo que igual me pega una hostia […] Sí, está fuera […] ¿Entonces no me vais a denunciar? […]



CRITICA SIN VALORAR. NIVEL SIN VALORAR. NO ES GRUPO DE ENSAYO. UNO QUE LO HA LEÍDO PORQUE SE LO HA QUITADO A SU HIJO. Y RESULTA QUE LE HA GUSTADO.

Yo no dije que no se lo fuese a devolver; le dije que os preguntase si me lo podía quedar más tiempo porque quería volver a leerlo. No es que no lo haya entendido sino que la idea que tengo en mi cabeza no está del todo madura. Es como una fruta que cae del árbol antes de tiempo. ¿No sería fantástico volverla a su lugar, salvarle la vida? Pues esto es un poco lo mismo: se trata de salvar, no mi vida, sino mis arremolinadas ideas. Creo entender la novela pero al mismo tiempo no quiero hacerlo. Me gusta ver los diferentes matices y me divierte muchísimo ser incapaz de categorizarla en un género literario concreto. ¿Ciencia Ficción? Sí. ¿Drama? Sí. ¿Terror? A veces, sí, también, ¿por qué no? ¿Todo? ¿Nada? Es fantástica la posibilidad que ofrece la trama de ser vista como una alegoría o como un hecho real (dentro de la ficción que es) […] ¿Qué alegoría? Uff, qué pregunta… Quizá la del cambió que ha sufrido América tras el 11-S; lo veo sobre todo al final del nivel 1 o al final del nivel 2. Pero no me gusta decir esto porque no es SÓLO eso. No es justo para la novela limitar tanto su campo de juego, circunscribirla a una idea. Lo que el autor parece querer proponer es un juego: una novela viva que no tenga respuestas puesto que no formula preguntas. Somos nosotros, los lectores, quienes hacemos lo uno y lo otro. Lo grande de Ferré es haber conseguido algo así sin que parezca un galimatías. Bueno, vale, sí lo parece, pero en el fondo sabemos que hay un sentido, una razón de ser para todo. Hagan un ejercicio: lean la novela como una novela: tendrán intriga, sexo, almas en venta, investigadores privados, edificios en llamas…, tendrán todo lo que puedan ustedes esperar de una novela y además la pueden ustedes meter en el género que quieran: incluso el histórico, si me apuran. Y ahora hagan otro ejercicio: vuelvan a leerla, o rememórenla si van pillados de tiempo —o les obligan a devolverla—, convirtiendo en esta ocasión cada personaje y cada acto que realiza en un símbolo de otra cosa que el autor trata de decirnos. ¿Sabens ustedes lo que ocurrirá? Exacto, que van a tener diversión para rato. Van a tener novela para comentar durante eones. Y sinceramente, por el precio que tiene, me parece hasta barato.

Lo siento, no soy muy buena conversadora; eso todo lo que me siento capaz de decirles.

[…]

¿El dinero? Lo siento, pero el cabra de mi hijo lo ha usado para pagarle el aborto a su novia. Tratad de verlo como una inversión, un favor al mundo.



CRITICAS MEDIAS. NIVEL 10. GRUPO DE ENSAYO 16. ENTREVISTAS CON SUJETOS QUE HAN LEIDO LA NOVELA Y A LOS QUE NO SE LES PIDE CRÍTICA SINO PARECIDOS RAZONABLES O EXPLICACIONES SUI GÉNERIS DE LO QUE PRETENDE LA NOVELA.

“¿Habéis leído “La Broma Infinita”? ¿Recordáis aquel cartucho de entretenimiento protagonista de la historia? Bien, pues esta novela es ese cartucho. Es lo que pasa cuando una enciende la tele y lo ve.”

“El 11-S. Todo el tiempo.”

“¡¡Yo solo quiero saber qué coño significa lo del tiburón!!”

“Realidad Virtual o una paja mental: cualquiera de las dos vale.”

“Estoy cansado. ¿Podemos dejarlo ya? Quiero irme a mi casa.”










A:
GLOBAL INTERVIEW & CO
HAY BUILDINGS
110 DYER ST.
PROVIDENCE


DE:
Sujeto 158
Clase A
Grupo de Ensayo 144
Nivel 01
Crítica Estimada NOTABLE

Muy señores míos:

Ya supongo que tienen ustedes un presupuesto ajustado o de lo contrario no estaríamos hablando en estas condiciones pero quiero que sepan que el libro que me han dejado para llevar a cabo la lectura estaba en unas condiciones lamentables. Tenía anotaciones en cada página, pero no contentos con eso subrayaban pasajes interesantes, los “entrecorchetaban”, resaltaban líneas con fluorescentes de colores, párrafos enteros, he leído páginas en los que se contaban más de siete colores diferentes algunos de los cuales supuse mezcla de varios; la gente anotaba cuantas observaciones se les ocurrían, todas las explicaciones innecesarias, superfluas, incluso poemas de amor y un centenar de corazones rotos con iniciales atravesados por una flecha ensangrentada. Se llevan la palma dos momentos: la reveladora conversación en el ascensor, una de las mejores que servidor recuerda haber pasado frente a un libro y que se vio ligeramente deslucida por culpa de esos pegotes de edificios en relieve que alguien diseminó por los finales de cada línea de diálogo y todos aquellos en que los dos investigadores privados charlaban (monologaban, más bien) con el protagonista, también tan imprescindible como difícil de leer por culpa de la purpurina. Hay quien llegó a grapar folios para poder incluir sus propias notas a pie de página que sirvieran a otros lectores de guía en esa vasta selva en que se ha convertido este libro. He visto, no me pregunte cómo es posible, diálogos (un tanto de besugos) alabando las excelencias del encuadernado, del tamaño de la letra o la perfecta proporción entre masa y volumen. Se incluye también a modo de apéndice bajo la contraportada final una lista de los mejores bolsos, bandoleras y maletines en los que llevarlo, dónde comprarlos y los mejores precios. También un detallado manual de uso de lectura en el baño para evitar dejar marcas de agua en la trasera (del libro, entendí, pero tampoco podría jurarlo) que no debió resultar del todo efectivo a la vista del estado final del pobre libro. No daba crédito a mis ojos cuando encontré también fotografías, tanto de pasajes como de lectores: una deformación gráfica y literaria del Google Earth: monumentos, besos, edificios, habitaciones y miembros más o menos viriles. Mapas, guías de campo, restaurantes recomendados con direcciones webs y estrellas Michelin. He contado más de trescientos correos electrónicos solo en la primera mitad (comprenda mi desánimo: no soy contable) y hay certificado fotográfico de haberse llevado a cabo más de siete quedadas entre lectores y, me consta, algún entrevistador (1). También un falso mapa del tesoro con la X señalando la tumba de Lovecraft que supongo a estas alturas profanada hasta el aburrimiento, un dvd con el making of de “Tiburón” y auténticas tesis que vinculan a los Klingon (recordarán ustedes a los Klingon: como para olvidarlos, vaya) con una logia masónica de nombre impronunciable. Alguien ha pegado con belcro a la contraportada (el resumen del argumento es ahora un desplegable de la página 23) una cinta VHS con un falso documental sorprendentemente elaborado y veraz sobre los orígenes de Providence (la ciudad).

Como pueden ustedes comprobar el estado final del libro es digno de verse y por eso he decidido incluir fotos del mismo en el mismo que sujetaré con clip en la línea del tiempo incrustada en la página 720. Sí, me consta que el libro no tiene más que 600, pero se ha añadido un borrador de un guión de una supuesta y posible adaptación cinematográfica.

Entiendan pues que no haya podido leer la novela en el plazo estimado aunque prometo ponerle remedio en breve o cuando tengan a bien traerla a la biblioteca de mi barrio. El cheque me lo quedo por las molestias causadas que han sido numerosas y de diversa índole (la gracia del payaso y el muelle de la página 325 me ha roto la nariz por siete puntos diferentes).

Siempre suyo y a pesar de todo,

Sujeto 158










(1) Reproducción de la EPISTOLAR DIGITAL entre lector y uno o varios encuestadores (no queda del todo claro) que fue hallada por azar entre las páginas 420 y 421 una vez que estás fueron felizmente repuestas después del estropicio causado por un creativo que consideró que el libro se entendía mejor siguiendo alguna fantástica teoría del caos:


Estimados señores de GLOBAL INTERVIEW & CO., he extraviado el manual y las fotografías de apoyo que me suministraron con el libro (no así el cheque, no teman) para acometer debidamente la lectura. ¿Sería posible que me respondiesen brevemente a un par de preguntas o debo esperar a que me envíen nuevamente el material de apoyo?

Cordialmente,



Sujeto 89 de Clase B, Grupo de Ensayo 11, Nivel 02 y crítica estimada simple/baja, no disponemos de escáner ni fotocopiador por lo que no podremos facilitarle lo que nos solicita. De todos modos esto no evita que pueda usted proceder a su lectura sin más ayuda que su propia voluntad. La lectura es un proceso simple que no requiere del material de apoyo. El que les facilitamos en su momento era sólo una medida legal de protección de cara a futuras y posibles represalias (a.k.a. pleitos) por parte de ustedes. De usted.

Atentamente,



Estimados señores de GLOBAL INTERVIEW & CO., cuando solicitaron mi colaboración me hicieron rellenar cuestionarios, fichas y tests de inteligencia en cantidad suficiente como para cubrir un campo de golf y recuerdo perfectamente haber escrito en el encabezamiento de todos y cada uno de ellos mi nombre, edad y número de serie; ¿tendrían pues la bondad de no volver a referirse a mí como “Sujeto 89”? Resulta insultante, humillante y si les soy sincero me predispone negativamente a la lectura. Por no hablar del daño a mi autoestima.

Cordialmente,

P.D.: Todavía no sé si puedo plantearles las dudas o no.



Sujeto 89 de Clase B, Grupo de Ensayo 11, Nivel 02 y crítica estimada simple/baja, el uso en clave de su nombre es una exigencia legal que usted mismo autorizó al firmar la documentación, concretamente el documento adjunto al que le hace donante universal, en la zona inferior: es el tercer párrafo de la letra pequeña.

Afronte usted la lectura como considere oportuno pero le recordamos que el plazo expira en cuatro días y que el cobro de la cantidad acordada y que figura en su cheque (tanto en letra como en número) está supeditada a la lectura del mismo en los plazos y condiciones acordadas.

Atentamente,



Estimados señores de GLOBAL INTERVIEW & CO., están ustedes claramente por joder ya que siguen sin decirme si les puedo hacer preguntas o no, y claro, así tampoco puedo saber cuáles son las “condiciones acordadas”. Ante su silencio, que me tomo como una afrenta personal, no puedo por más que hacer lo que me venga en gana.

1º. ¿La lectura del libro ha de ser continuada? Esto es, ¿debo leerlo “del tirón” o puedo hacer pausas? Lo digo porque temo que las pausas y lo que en ellas ocurra pueda afecta a mi ánimo y me cambie el humor o que x conversación haga variar mi punto de vista y lo que antes era blanco ahora me parezca negro. Quizá no sea justo con su libro. Por otro lado, leer seiscientas páginas del tirón…

2º. ¿Requiere algún tipo de ambientación especial? Soy amigo de leer en bares, metros y parques infantiles. Si alguno de ellos no fuese adecuado temo que eso complicaría enormemente la empresa.



Sujeto 89 de Clase B, Grupo de Ensayo 11, Nivel 02 y crítica estimada simple/baja, a dos días de finalizar el plazo nuestro consejo es que se ponga usted a leer a la recepción de este correo. Hágalo como guste pero dentro de 39 horas exactas procederemos a anular el cheque que se le entregó en su momento y que usted se comprometió a no cobrar hasta finalizado el proceso, incluidas las pruebas físicas.



Estimados señores de GLOBAL INTERVIEW & CO., no se lo van a creer pero me he roto una pierna justo cuando iba a empezar.



Sujeto 89 de Clase B, Grupo de Ensayo 11, Nivel 02 y crítica estimada simple/baja, lamentamos profundamente su pérdida y le deseamos una pronta recuperación. El cheque ha sido anulado y mañana pasarán a recoger el libro. Ha sido un placer contar con su inestimable intención.



Queridos GLOBAL INTERVIEW & CO., no sé cómo decirles esto: creo que les amo. Estos correos me han descubierto sentimientos que no creía tener. Su preocupación por mi salud me hace pensar que el sentimiento es recíproco y les hago saber que salvo petición en contra en breve recibirán mi visita. Llevaré una camisa azul y un dvd de Tiburón bajo el brazo izquierdo. Responderé al nombre que ustedes quieran.



Sujeto 89, nosotros también sentimos algo. No sabemos qué. ¿Le parece que nos veamos en la tumba de Lovecraft? No contamos con estar solos pero nos la arreglaremos para intimar.





Notas: El siguiente comentario o relato o lo que sea nació de la lectura de Providence. El fotomontaje final es de buen amigo, culpable de todo esto y lector ejemplar, que se tomó la molestia de diseñarlo cuando lo incluyó (generosamente) en su blog: http://bolmangani.blogspot.com/. Para no ponerme pesado no se lo volveré a agradecer.

martes, 3 de agosto de 2010

"París no se acaba nunca. Qué horror."



COMENTARIO EN TRES PARTES.


ANTES DE LEERLO. PARTE 1. DESCUBRIMIENTO Y EXPECTATIVAS.

Hace un rato, Rosa me ha dicho que me encuentra algo cambiado, no sabe lo acertada que está. Porque lo cierto es que se ha producido en mí un pequeño cambio, he tomado la medicina de Tongoy. He dejado atrás mi mal y ahora soy la memoria de la literatura, soy una historia ambulante y no puedo ni quiero ser nada más que eso, porque todo lo que no sea memoria de la literatura me aburre y lo odio, me molesta o estorba.

"Monólogo del Café Sport" -Enrique Vila-Matas



Vila-Matas fue (es) un amor a tercera vista. La primera fue a través de los ojos de otro, un amigo que lo citó de pasada, como citó a otros muchos. De los que probé todos me gustaron. Cabía esperar lo mejor.

La segunda vista fue a través de los míos, que miraban sin ver, buscando información, recomendaciones, opiniones de otros, tratando de dar con la mejor forma de empezar a leer a Vila Matas, para descubrirlo en condiciones. Y todo para nada; para comprobar (como siempre) que no hay mejor manera de leer a Vila Matas (y a cualquier otro) que haciéndolo, no hablándolo. El propio Vila Matas confiesa haber descubierto del mismo modo a Gombrowicz, a través de una imagen, de su leyenda, demorando su lectura, enamorándose a golpe de entrevistas y fotografías.

La tercera y definitiva fue con un pequeño, minúsculo relato llamado “Monólogo del Café Sport” publicado en un recopilatorio del mismo nombre y que recoge los trabajos de los premiados participantes del XII Premio Uned de Narración Breve 2001 al que llegué de la mejor de las maneras posibles: solo y buscando otra cosa. A ese relato corresponde la cita que encabeza este comentario y que se quiere convertir en grito de guerra del que os habla. (1)



DURANTE LA LECTURA. PARTE 2. DIARIO DE IMPRESIONES.


1

Primera noche.

Primeras 17 páginas leídas. Mal momento para hacerlo. Acabo de terminar “Fabulosas narraciones por historias” de Orejudo y todavía huele esta habitación a Guerra Civil y chorizo curado. Lo tomo con prudencia, sin otro objetivo echar un vistazo. El tacto es suave pero me vence el sueño y me acurruco y me quedo dormido. Así no se puede. Tanto esperar para esto no tiene perdón.

Segunda tarde – Primer Momento

A treinta grados, seis amigos, una hija y la piscina. Vila Matas parece condenado a la incomprensión. Sus dificultades para enfrentarse a su primera novela me recuerdan a las mías a hora de afrontar esta lectura.

Segunda tarde – Segundo Momento

Me siento culpable por haber leído dos páginas en el aseo pero lo peor de todo es que este ha sido el único momento en que lo he disfrutado de verdad.

Necesario inciso:

ironía.

(Del lat. ironīa, y este del gr. ερωνεία). 1. f. Burla fina y disimulada. 2. f. Tono burlón con que se dice. 3. f. Figura retórica que consiste en dar a entender lo contrario de lo que se dice.

Diccionario de la Lengua Española - Vigésima segunda edición


Ya es difícil lidiar con un relato que mezcla recuerdos reales y ficticios, que salta de la autobiografía al ensayo con dolorosa facilidad pero si además tengo que verlo todo bajo el prisma de la “ironía” entonces apaga y vámonos. Me obliga Matas a tirar de diccionario y hacerme un marcapáginas con la impresión, para tenerlo siempre presente, para no perder el norte. Necesito un ancla para seguir.

Tercera noche

Soy consciente de que cualquier cosa que lea la olvidaré. Se me caen los ojos si no se me han caído ya. Ni siquiera este párrafo es el que había imagino escribir entonces. Me gusta la novela y sospecho que leerla consciente debe ser maravilloso.


"No deja de ser curioso que mi primera lectura de Matas sea la historia de su primera novela."

Carlos González -Sin título - Inédito


Cuarta tarde

Todavía voy por la página 70. Parece que nunca llegaré el ecuador del libro, ese momento clave que me permite cierta tranquilidad al saber que este no será uno de esos que se eternizan o nunca se acaban. Su lectura es agradable; un relato de un tiempo pasado que estuvo lejos de ser bonito. Interesante, demencial. Vila Matas no es autocomplaciente sino todo lo contrario: habla de sí mismo como el joven estúpido y engreído que nunca será Hemingway. No tiene problema en admitir sus errores y en reconocer que vivir en Paris no fue la mejor de las ideas (sobre todo después de ver Nueva York).

Cuarta noche

La novela o diario o lo que sea me ha atrapado definitivamente. Me pierden los nombres, que apenas reconozco mas allá de su casera pero me gusta la historia de lo que fue escribir su novela. Me gusta sobre todo que no pretenda venderla. El proceso de creación al que se refiere está más centrado en sus experiencias, en la clase de persona que era cuando lo escribió. Es, más que el diario de una novela, el diario de un Vila Matas, en 1974, en París, cuando, mira qué casualidad, quería escribir una novela y no le salía.


“Cuando meses después de esa recomendación (2) Hemingway leyó el libro de Joyce, comentó en el 27 de la Rue de Fleurus: “Se trata de un libro jodidamente bueno”. Fue la única vez que iba a poder decir esto en aquella casa, pues Miss Stein le advirtió inmediatamente que si alguien mencionaba dos veces a Joyce en aquel salón, no se le invitaba nunca más. Pero en cualquier caso la frase sobre Ulises llegó a oídos de Ezra Pound, amigo de Joyce, que decidió leer al joven Hemingway y apreció un gran talento en él y le dio ánimos y acabó recibiendo, a cambio, lecciones de boxeo”.

Vila-Matas - Extracto de “París no se acaba nunca”



¿Y a mí porque me gustará tanto este párrafo?

Carlos González- "Citalogía Inevitable" - Inédito


Ya me rondaba la idea en la cabeza pero fue definitivamente con el párrafo anterior y más concretamente con el pie de página que incluye, que me decidí a dar ese gran paso que es leer a Joyce “de una puta vez” (3) y es que cada vez que se cita a Joyce (aquí o en cualquier otra parte) se me excluye y no sé si me gustará o no me gustará pero de momento es un referente de lo más inútil y lo odio, me molesta y estorba.


2

A ochenta páginas del final se obliga una maratón y a la sombra de un árbol me pongo a ello. Esto no es París pero quiero pensar que huele igual. Matas habla ya, en esta recta final, de la madurez a la que llega sin ser consciente de ello.


CONCLUSIONES. PARTE 3. APÉNDICES, PIES DE PÁGINA, otros.

Concluyo que: esta lectura me ha otorgado cierto parecido físico con el autor. Y concluyo que me ha gustado. Y concluyo otra cosa además: que no la voy a recomendar. Me la voy a quedar. Hoy, a la hora del café, se habló de literatura. Salieron muchos nombres y se oyeron muchas alabanzas: mucha novela de intriga histórica que no tenía que pasar por filtro alguno para ser recomendada. En cambio Houellebecq se llevó un montón de palos, convirtiéndose además, vete tú a saber porqué, en representante de la decadente y elitista literatura francesa de hoy. Yo me sentí solo con mi Vila Matas en París, sin más crímenes, pobre, que su juventud. Me negué a recomendarla no fueran a escarbar en mis miserias de lector, no fueran a acabar con el placer de mi lectura.

Novela de recuerdos y de citas, de muchas citas, y de nombres, de muchísimos nombres. Novela para aquellos que nos gusta jugar con los recuerdos. Para aprender que es la ironía y para descubrir que para ser como Hemingway basta con desearlo.


"Sosiéguese, oí que me decía. Es paradójico, pero ha pasado el tiempo y ese tímido, fugaz y frío encuentro lo recuerdo muy cálido. Ignoro de dónde viene ese calor que llega de tan lejos y llega tanto tiempo después."

Enrique Vila Matas - "París no se acaba nunca".


Apéndice estandar número 6: Una buena novela, un libro interesante, una forma ideal de acercarse y conocer al autor.


(1) Incorrección tras incorrección. Lo que quiero decir y no digo porque no queda elegante es: “A este relato corresponde la cita que encabeza este comentario y que quiero convertir en grito de guerra”. Mucho menos literario y de ahí que solo sirva como pie de página o para ganar tiempo antes del párrafo siguiente.

(2) Inmediatamente antes: “Ella es la que le recomendó que prescindiera en su prosa de todo tipo de adornos y que comprimiera y concentrara y, en definitiva, destrozara la vieja retórica a través de la parodia. En realidad lo que, sin darse cuenta, le recomendó a su discípulo Hemingway es que hiciera lo que ejemplarmente acababa ya de hacer James Joyce en su Ulises.” Vila Matas, extracto "París no se acaba nunca".

(3) Siendo "de una puta vez" un momento indeterminado entre este y el final del año 2011.






"La escritura: la escritura llega como el viento, está desnuda, es la tinta, es lo escrito, y pasa como nada pasa en la vida, nada, excepto eso, la vida".

Marguerite Duras - "Écrire"