miércoles, 23 de mayo de 2012

“Robar en American Apparel” de Tao Lin

Las reseñas de las novelas de Tao Lin son el tipo de experiencia que nunca me cansaré de repetir. En cualquier caso esta no es la única razón por la que he vuelto a leerlo a pesar de la decepción que fue Richard Yates, su anterior novela (escrita después de esta). Lo cierto es que he decidido darle una segunda oportunidad a algunos de mis anteriores fracasos a excepción de Viola di Grado, Jimina Sabadú, Miguel Angel Ortiz y alguno más, así de tan poco me gustaron la primera vez. Esto se traduce en que volveremos a vernos las caras con un montón de viejos conocidos, algunos de ellos grandes amigos de la postnocilla y el desenfreno (esto podría perfectamente incluir literatura asociada al sexo equino y variantes). 

Pero vayamos con “Robar en American Apparel”: 

«¿Te despiertas casi todos los días y lo primero en que piensas es en literatura, y te acuestas pensando en literatura?» 

«Sí», dijo Sam. «Sólo pienso en eso. Cuando tengo que aguantar uno de esos asquerosos momentos de la madre de Sheila, siempre pienso en ponerlo en mi novela. Casi siempre pienso en eso mientras sucede.» 

«Cuando hablo con alguien pienso "¿Puedo meter este diálogo en un libro?"», dijo Luis. «Si la respuesta es "no", procuro hablar con otra persona.» 

LITERATURA. Así es, amiguitos: Tao Lin, como todo buen escritor de la generación MacBook, hace de su vida prosa. Esto se traduce en que cada puta actividad que realiza (ya sea robar camisetas, vender pilas al peso, mear en un Starbucks, dormir boca arriba o empalmarse despuntando el sol) la cuenta. Tao Lin lo cuenta TODO, siendo TODO cada uno de los ridículos ires y devenires de esa desmotivada generación de la que algunos lo han erigido representante. Que sí, que vale, que es una putada no tener de qué hablar, pero cojones, Tao, tampoco hay por que centrarse en las chorradas, que para eso se ha inventado la ficción. Mi problema con Tao Lin, más allá de una diferencia generacional que no es tal, es que me aburre más que bajar una persiana.Vean: 

Se acercó a las judías y movió el cucharón. Se quedó mirando hacia el comedor durante unos segundos. Caminó hasta la parte de atrás de la cocina, se apoyó contra una encimera y miró a Sam con expresión neutra. Sam notó que su propia cara no mostraba reacción alguna; se dirigió al centro de la cocina y se quedó de pie con la mirada perdida. Ben tenía treinta y nueve años, Sam lo sabía por Facebook. Sam tenía un poema en la sección de «Borradores» de su cuenta de Gmail, se titulaba «Ben es divertido en el trabajo». Sam se percató de que estaba sonriendo. Se puso serio y observó varias cosas mientras la gente trabajaba a su alrededor. 

Lo que les decía: un no parar. Se acercó a las judías y movió el cucharón es una GRAN FRASE. Pues esto así 120 putas páginas en el Kindle que es dónde yo leo estas cosas para no tener que andar con el lápiz de Ikea en el bolsillo. A mí estos ejercicios de calentamiento (por aquello de no llamarlas novelas) que cuentan que el autor no tiene nada que contar pero le gusta tanto la literatura que va a escribir un libro para salir de pobre me tocan un poco la moral si resulta, como resulta, que los personajes, la mayoría al menos, rozan la imbecilidad cuando no directamente la discapacidad de tanto querer y no poder. Quiero pensar, y esto lo digo completamente en serio, que Tao Lin nos está hablando de la juventud desesperanzada y triste, que es el gran tema desde que existen las redes sociales y que va camino de ser lo peor que le ha pasado a la literatura. “Qué vamos a hacer -dijo-. Es que, no sé, estamos en un parque y me siento bien; creo que debería suicidarme después de esto”. Qué tonta; la gente, digo, en general. Quien más quien menos ha pasado por el mal trago de no encontrar su lugar en el mundo pero de ahí a querer morirse por culpa de lo bien que te lo estás pasando en un parque es un atraso, no me jodan. 

«¿Has mirado alguna vez por encima del ordenador, hacia la habitación, y has sabido que estabas solo? Me refiero a ser realmente consciente de eso y asustarte mucho», dijo Luis. 

Esto sí que es triste de verdad. ¿Solución?: «Estoy agregando a gente en MySpace al azar», dijo Sam.” Puta madre. Atajando por el camino del medio. Esto es como lo de tener cinco mil tíos en el Facebook pero no encontrar plan para el viernes por la noche. Pero da igual, si el problema no es ese. El problema es que no se puede novelar el aburrimiento aburriendo, que de ese meterse tanto en el papel no tiene el lector la culpa. Que digo yo si no habrá más cosas que contar que siempre la misma estupidez. 

-Estoy con Sam en un bar -dijo Kaitlyn por el móvil-. Estoy hablando con Joseph -le dijo Kaitlyn a Sam-. Dice que eres su escritor vivo favorito. Dice que ha encontrado tu libro en el baño de la casa donde vive o algo así, lo ha leído y le gusta. Luego ha caminado por ahí y se ha encontrado otro libro tuyo en una mesa de picnic y lo ha leído y le gusta. 
-Eso es divertido -dijo Sam-. Baño. Mesa de picnic. 

Bueno, es que baño y mesa de picnic es con diferencia lo más gracioso que he escuchado en meses. A este nivel de inteligencia es a lo que me refería dos párrafos más arriba. Yo no sé si es que me relaciono con la gente equivocada pero el caso es que a este chaval no le acabo de pillar el punto y claro, así nos va, que no acabamos de querernos. Pero debo ser yo (definitivamente debo ser yo) o no le hubieran adelantado 50.000 dólares para escribir su próxima novela que supongo será la vencida. La putada es que ahora que lo subvencionan ya no tiene que robarse las pilas para el walkman, ni las sudaderas, ni los calzoncillos y a ver qué cuenta. Podría, opino, ponerse 200 megas reales de subeybaja en el MacBook y sucumbir al frenesí de los banners publicitarios o los anuncios del youtube o echarse una partidas en algún second life para escritores depresivos. 

¿Dónde estará en 10 minutos? Sentado en mi cama, frente a mi MacBook, al lado de papeles y gráficos para mi tercera novela, en la calle 29 de Manhattan, donde estoy ahora, pero quizá tumbado boca abajo en lugar de sentado. 
¿Y en 10 años, con suerte? Tendré 38. Espero estar mirando cosas excitantes en Internet y bebiendo agua de coco y trabajando con calma en otro libro, quizá de poesía, sentado a la luz del sol en un apartamento con más de una habitación. 

Estás preguntas se las hicieron en no sé qué revista. Por si se lo preguntan: no me he inventado las respuestas. Váyanse preparando, pues, para, dentro de diez años, ser testigos de las tantas maravillas que tendrán lugar en ese soleado apartamento de Manhattan siempre y cuando dios de fuerzas a la criatura para desenchufar el router cuando toque mudanza, que no las tengo yo todas conmigo... 

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«Tienes buenos rankings en Amazon», dijo Luis. «Pronto conseguirás dinero por escribir y ser raro, y ya no tendrás que robar.» Sam dijo que iba a comer un poco de comida china. (Cita)  
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Audrey dijo que una vez había encontrado una sandía a medio comer dentro de un arbusto gigante. (Otra cita)
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-Qué vamos a hacer –dijo–. Es que, no sé, estamos en un parque y me siento bien; creo que debería suicidarme después de esto. 

Jeffrey, Gina y Audrey miraban a Sam. 

-Estamos en un parque, no sé –dijo Sam sonriendo. 

-No te suicides –dijo Jeffrey. 

-No sé qué hacer –dijo Sam. 
-Ahora la gente espera que te suicides –dijo Jeffrey. 

-¿Sí? –dijo Sam–. No sé. Puede que un meteorito me caiga encima después de que publique dos libros más. No sé. La verdad, no sé qué hacer, me refiero a qué hacer en general y todo eso. (La última cita) 
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Impúdicamente autobiográfica y desesperadamente moderna, sobria y austera como un hermoso haiku, deliciosamente absurda y dolorosamente divertida, Robar en American Apparel sembró controversia y encendida polémica desde el momento de su publicación. Las hilarantes y absurdas correrías de Sam, empleado basura, aspirante a escritor, adicto a eBay, a los smoothies y a la leche de soja, le llevarán sin blanca de Pensilvania a Manhattan y de ahí a Florida pasando por Atlantic City, intentando sobrevivir a sus amigos, a su propia neurosis, a su triste apartamento y a una interminable ruptura con la adorable e inestable Sheila. Mientras, Sam trata de escribir la novela que le sacará del arroyo y le salvará de la parálisis existencial en la que hace aguas su vida. (http://www.alphadecay.org/libro/robar-en-american-apparel


66 comentarios:

  1. Magnífico post. Válido no sólo para Tao Lin sino para buena parte de los escritores autoficcionales ombligueros.

    Flipo con Alpha Decay: una editorial que se quiere neoyorquina para lectores neoyorquinos de Alcobendas. Más paleto ya no se puede ser. Eso sí, el texto de la contratapa muestra una fuerte influencia de la contratapa de Ejército enemigo.

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  2. ¿Pero quién cojones se puede leer esta puta mierda? (perdón por las palabrotas, pero no se pueden evitar. No en este caso).
    Yo sólo he leído estos párrafos que citas en tu post y me da urticaria de pensar en leerme 150 páginas o las que sean de semejante gilipollez.
    Gracias, en cualquier caso, por señalarme un libro del que debo huir como de la peste.

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  3. Vagaba sin demasiada confianza por los anaqueles pulcramente limpios de polvo y se preguntó como es que en la faneca no había nunca ni rastro de las millones de partículas que en su casa parecían haber tomado por asalto, para mirar, sólo, se dijo.

    Al girar una mirada ya aburrida, se topó, como suele ser natural en las mañanas de lunes, con un nombre, Tao Lin, y como era aún más habitual en él, le sobrevino el caudal de Li Pos, Bashos, Murakamis, y de Mishimas, éstos más por el cine que por luces cabales, y un afán difícilmente narrable, incluso en sus mejores twits, de llevárselo consigo.

    Salió con la certeza de haber robado el libro con la pericia de la que sólo los amantes de la literhartura son capaces para exculparse, y en El Parque, café bar donde mataba las horas y la paciencia ajena, leyó.
    Había encontrado por fin quien le entendería, alguien que como él sería capaz de suicidarse por que no sabía qué hacer. Debía buscarle en facebook, twiter y en suma, cada bit dejado por Lin.

    No recordó, que el nombre pudiera haberlo llevado a la falda del monte Fuji, y allí entre almendros en flor, averiguar algo qué, de verdad ignorara, y no lo hizo, porque de haberlo sabido, hubiera robado seguramente el libro equivocado.

    Saludos.

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  4. Me acabo de dar cuenta de que igual he sido excesivamente duro en mi comentario. Os pido perdón. Para que se vea mi arrepentimiento, voy a decir algo bueno de este libro: la portada es muy alegre. Me gusta.

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  5. Hola a todos!

    Todo esto tiene -creo- algo que ver con el encasillamiento teórico del cotilleo como una actitud políticamente incorrecta y hasta deleznable. Los hombres (y las mujeres) somos unos cotillas de campeonato, va en nuestro genes, y no poder darle rienda suelta a esa pulsión en la vida 3D ha provocado la preeeminencia de todos esos Grandes Hermanos y demás living shows y, en el campo de la literatura, la proliferación de novelas de esta clase: "talk feelings". Puro cotilleo de adolescencia revestido de modernidad y desasosiego existencial.
    Algo parecido a las de la Kinsella, pero dirigido a "nerd boys" en lugar de a "posh girls".

    Luego, este otro factor clave, no original (característico de la literatura del periodo contemporáneo: el funesto "costumbrismo") el intento de trascendantalizar la rutina. Ver plasmados en letra impresa muchos de sus sentimientos y de sus percepciones de la realidad, a la gente, por lo común, le suele resultar algo reconfortante.

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    1. Yo no sé a qué se debe, pero está claro que los niveles de calidad van en picado. Habrá que seguir leyendo a los de siempre. Una pena.

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  6. Es mucho más simple. Estos temas son los que interesan a cierto público. No hay más. Es dramático, pero nadie tiene la culpa.

    Saludos

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    1. Yo con eso no tengo problema. A cada uno le gusta lo que le gusta. Lo que me alucina es que vendan estos productos como la rehostia, como revolucionarios, como lo nunca visto y luego dé pena leerlos. Y una vez y otra y otra...

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  7. Quien conozca a la editora entenderá el porqué de tanta mediocridad postmoderna... Ahí lo dejo...

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  8. Perdón, me corrijo. Ni siquiera interesan los temas. Editoriales como esta han conseguido disfrazar de 'kontrakultura' lo que directamente es nada. Quien se compra un libro de estos está convencido de ser lo más. Es un mérito que hay que reconocerle a la editorial, vender humo como si fuera dinamita. Tiene su mérito, no?

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    1. no es algo que en el fondo no desearía hacer cualquier otra. mercado-mundo lo llaman. lo llaman bien.

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    2. Pues precisamente por eso, subni - me da como cosa llamarte así, pero bueno - el mérito de detectar un niche así no se lo puede quitar nadie. Porque si lo detecta es que existe, claro.

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  9. Se veía venir. Todavía te pasa poco, Carlos.

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  10. Inmaculada Concepción23 de mayo de 2012, 14:54

    Ja ja ja ja ja j aja ja jaj aj aj, joder, me he reído un huevo con tu post, de verdad, es lo mejor del día, que ha sido de perros, Tongui, gracias...

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    1. Esa era la idea. Ya sabes que yo vivo para hacer feliz a los demás. Ahora tengo entre manos otra reseña de la novela de una jovencita escritora sedienta de sexo y alcohol que guardaré para cuando estés otra vez de bajón. La dejo en borrador, tú me avisas cuando veas y le doy a publicar.

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    2. Inmaculada Concepción23 de mayo de 2012, 16:19

      Deseando leerla, Tongui, puesto que yo también estoy sedienta de sexo y alcohol... Pero ya te aviso para cuando esté en alerta roja.

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    3. Una buena novela sobre una mujer joven, drogas, alcohol, bandas de música, hermanas pequeñas, depresiones, felaciones... "Nación Prozac" de Elizabeth Wurtzel. ;-)

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  11. Inmaculada Concepción23 de mayo de 2012, 14:55

    "Se acercó a las judías y movió el cucharón" Ja ja ja ja ja, oye, pero vamos a ver, a ti no hay quien te entienda, Tongui...

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  12. me parece que desde hace relativamente bastante tiempo es obvio que tenemos por delante a toda una generación de escritores que escriben lo mismo y exactamente de la misma forma que se lleva escribiendo me parece a mí que demasiado tiempo solo que añadiendo palabras y conceptos como los de gmail facebook blogger y demás zarandajas creyendo que por eso están haciendo algún tipo de verdadero aporte literario

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  13. Inmaculada Concepción23 de mayo de 2012, 15:57

    Sin embargo yo creo que no todo es zafiedad, como insinúan ustedes, y que sí existen unos criterios de calidad literaria universales... Lean los Cursos de Navokov, léanlos...

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  14. Inmaculada Concepción23 de mayo de 2012, 16:02

    Lo que quiero decir, Tongui, es que decir " me gusta/no me gusta" no implica que el libro sea o no bueno. Argumentos, necesito argumentos.

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    1. Los cursos de Nabokov zapatean a tu amigo Dosto. "Estoy deseando desmitificar a Dostoievski" dice en la crítica de Memorias del Subsuelo. ¿Qué hacemos?

      ¿Argumentos? Tengo que insistir en que es más o menos el mismo libro que "Richard Yates" y tampoco es plan de repetir cada seis meses el discurso.

      Mi consejo siempre es el mismo, Inma: no hay mejor juez que uno mismo.

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    2. ¿Quién necesita argumentos hoy en día, Conchi? Es más ¿quién los utiliza?. Los argumentos están pasados de moda, mujer. Pertenecen a la "alta cultura", y esa cada vez está reservada a menos.

      El único argumento válido, a fin de cuentas, es el que te hace cerrar el libro y tirarlo a la basura o "encandilarte" con su lectura. Que cada cual defienda el suyo.

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    3. Inmaculada Concepción23 de mayo de 2012, 23:35

      Si así fuera podría afirmar que El padrino es una puta mierda porque me aburre soberanamente, y en una de esas listas inmundas de EPS sobre las cien mejores películas del cine mundial aparecía como la primera. Por eso, esa película ES objetivamente buena, pero yo la veo y directamente cambio de canal, luego necesitaría argumentos para defender mi hipótesis de que porque no me gusta no es buena, y no los tengo, bueno, sí, una película en la que salen tan pocas mujeres no puede ser muy buena.

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    4. Pero claro que puedes decir que El Padrino es una puta mierda! Simplemente estarás en desacuerdo con la mayoría. Y que tu argumento sea que salen pocas mujeres, pues bueno, oye, a mi me choca porque mujeres sí que salen algunas pero si son meras comparsas tendrán que figurar como tal, digo yo. Porque, ¿no estarás proponiendo paridad en el cine, verdad? ¿O en la literatura?

      Estoy con Ire: que cada cual defienda sus razones y elija los criterios ajenos que prefiera. Pero este debate ya lo tuvimos no hace mucho, creo y nunca gana nadie. Afortunadamente.

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    5. Si te tienes que quedar más contenta, Conchi, estos libritos se desmontan en apenas una frase, no necesitan ni argumentos. Por eso no vale la pena ni el esfuerzo de ponerse a escribir.

      Y no, en el caso de El Padrino no necesitas ningún argumento para defender tu hipótesis. Simplemente a ti no te gusta, aunque existe un consenso sobre su calidad. Vale. Pasa mucho con obras reconocidas.

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    6. yo sí creo que hay criterios objetivos. una cosa es que algo te guste o no y otra cosa es que sea de calidad o no. no siempre estos criterios están claros, por supuesto, pero si El Quijote o Tristan Shandy son grandes novelas no es por una simple opinión de la mayoría, luego a uno le pueden gustar o no y es muy libre de expresarlo en voz alta. buscar esa objetividad es el verdadero trabajo, en mi opinión, de cualquier crítico de cualquier cosa que se precie.
      en cualquier caso, Nabokov estaba muy lejos de ser tan buen crítico como escritor.

      popsubnormalypunkintelectual

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  15. "La crítica, por tanto, no es una máquina de producir verdad, ni es promulgadora de juicios de valor totalitarios. Dicho esto, y volviendo al principio, el problema —parece evidente— no reside en el soporte. Ya sea en papel o en la red, la crítica no pierde su potencialidad. Al contrario, la amplifica. Ahora bien, el problema reside, desde mi punto de vista, en el momento en el cual determinada crítica en Internet —la que en un momento denominé kitsch— recoge los viejos esquemas decimonónicos. Estos esquemas metodológicos son bañados con un soporte nuevo: la red (bajo la idea de que este soporte transforma por sí mismo el ejercicio crítico, el cual es tomado, paradójicamente, como desvelador justiciero), y con un lenguaje provocador (¿?). Pero sobre todo recupera la vieja idea de la verdad, la trasnochada imagen de lo bueno y lo malo, una marcada teoría-fobia, etc. Uno de esos blogs es claro al respecto: “Los criterios de este blog son sencillos: dice la verdad. Su ética es sencilla: ser modesto con los modestos y altivo con los altivos”, o el tono redentor de un “denunciar todo aquello que pueda hacer daño al libro”, que leemos en otro blog. Dicho de otro modo, el núcleo del asunto reside en el instante en el que el crítico pretende que sigamos sus ideas/creencias no por el contenido de las ideas recogidas en esa crítica sino por el modo apasionado/desasosegado/salvífico con que el crítico las defiende. Esto es: pensar que el medio y el tono condicionan y desvelan una verdad oculta de la que ellos son fieles guardianes."

    http://albertosantamaria.blogspot.com.es/2012/05/no-es-punk-esa-critica.html

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    1. ….limosnear visitas con la mano lastimera• que te da de comer está muy feo Santi, busca otra forma de pedigüeñear para tu blog en Salamanca, que necios no faltan, están todos en el novelty…

      •dispuesta para morder…

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  16. Joder, Tonguete, cómo se nota que no eres creador. Los creadores creamos para demostraros a los pedestres que somos más listos que vosotros. A ver si tú serías capaz de convencer a quien fuera para que te publicara una mierda semejante.

    No nos entiendes.

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  17. Pues a mí me han entrado ganas de leerlo. y después suicidarme, no sé.

    (No sé para qué escribo este comentario si va a ser censurado)

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  18. Inmaculada Concepción24 de mayo de 2012, 10:39

    Tongui, me pregunto, intrigadísima, cuál es el criterio por el que eliges tus lecturas, pero Lolita es un soberano COÑAZO. Si esperas jovenzuelas sedientas de amor y sexo... No es así.

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    1. ¿Mi criterio para elegir las lecturas? Ufff. No existe. Tengo una hojita Excel con todo lo que quiero leer que voy organizando en función de lo que me vaya apeteciendo en cada momento. Ahora, por ejemplo, prioriza lo español de jóvenes talentos (o no tanto) pero ayer, al terminar “El hombre que gritó la tierra es plana” me apeteció, sin más, cambiar de registro. Algo así como tomarme un respiro e ir un poco “a lo seguro” o tirar de clásico. Lolita lo empecé hace muchos años y lo dejé vete tú a saber porqué o lo terminé y no lo recuerdo que para el caso es lo mismo. Simplemente me acordé de él y llevaba demasiado tiempo en la lista de marras. Las otras opciones eran Kundera, Sterne, Bernhard o Beckett, pero si empiezo con cualquiera, especialmente Kundera, me voy a liar y no quiero. Y bueno, fue Nabokov, porque sí, porque sería el que tenía en la mano cuando me fui a la cama. Cualquiera sabe.

      Y tú, cómo estás hoy, no? Ni El Padrino, ni Lolita… Estás destroyer total.

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    2. Espero no parecer demasiado pelota, pero me sorprende y me congratula encontrar a alguien que admita no haber leído "Lolita" (o no haberlo terminado, al menos) y también, incluso, quien lo considere un coñazo. Yo lo leí hace tiempo y no me pareció ni lo recuerdo como un coñazo, la verdad; al contrario, me gustó bastante.
      Ahora bien, siempre me ha mosqueado ese aura que tiene de "clásico-contemporáneo-pero-un-poco-maldito-aunque-no-mucho-ante-el-cual-hay-que-poner-los-ojos-en-blanco". Cuando alguien se pone a loar las virtudes de esta novela, siempre sospecho que no la ha leído (bueno, Javier Marías supongo que sí. Por suerte para Nabokov, él en cambio no tuvo que leerse las novelas de javi Ma).
      Un saludo.

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    3. Inmaculada Concepción24 de mayo de 2012, 13:12

      La edición que yo leí la recuerdo con horror, era de
      bolsillo, letra abigarrada como hormigas
      y la leía en el bus camino a algún lugar horrible
      por lo que la asocio a eso, a parte de que el tema
      no me llegó y yo soy muy de "indentificarme con".
      Prefiero a autores más "femeninos", lo siento, Kundera
      tampoco me gusta precisamente por eso.
      No dudo que sea una gran obra y espero la reseña de
      Tongui con ansias.

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    4. A mi Kundera me gustaba mucho a los veinte. Luego me cansé. El que tengo por leer es uno llamado "Un ensayo en siete partes" que será el culpable (me conozco) de que lea a Sterne y el "Tom Jones" de Fielding y de ahí que no quiera ponerme con él.

      Y volviendo a Lolita. A ver, yo con HH no creo que llegue tampoco a identificarme pero bueno, también es verdad que no soy tan tiquismiquis como tú (es broma esto).

      Jonan, lo de las grandes novelas. Bah, son muchos los que reconocen no aguantar el Ulises o a Sterne o a qué se yo cuántas y cuántas obras maestras. Y no pasa nada. Olvidamos siempre que independientemente de la calidad de un obra está el gusto particular de cada uno. Yo es que depende cómo me levante de doy a estas cosas tan poca importancia...

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    5. Inmaculada Concepción24 de mayo de 2012, 14:41

      No, no me refería a eso, quiero decir, Knockemstiff me encantó porque sí podía sentir empatía hacia sus personajes, y me dije que todos podíamos llegar a ser uno de esos miserables en algún momento de nuestras vidas; sí me sucede también con Bukowski, que de más joven me gustaba muchísimo, pese a lo obsceno, en ocasiones machista, etc, etc. Existe en esos personajes un algo de desvalidos que me conmueve profundamente. Igual con un director que se llama Todd Solonz que tiene una peli llamada Happines donde se narran las desventuras, entre otros, de un pedófilo que también me llegó a enternecer. No así con HH, sus avatares me resultaron casi indiferentes, no lo sé, tal vez debería volver a leerlo, tiene que ver más que ver con el estilo, no tanto con el contenido...

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  19. Inmaculada Concepción24 de mayo de 2012, 11:31

    Ya, perdona, tienes razón... Me dulcificaré.

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  20. Señor Tongoy, qué tal la novela de Roberto de Paz? Me pica la curiosidad. En las Casas del Libro de Madrid le están haciendo buena promoción (adivino que con pago de por medio). Me he leído la última de San Basilio (uno de los que salva de la hoguera en el post pasado) y ¡oh, decepción!

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  21. Bueno, a San Basilio lo metí por los pelos. De hecho en un principio no estaba; se me ocurrió meterlo a última hora. Supongo que se refiere a "El último vendedor...". No sé, en un principio no pensaba leerlo, pero si me cae en las manos pues vale, pa'dentro.

    El de Roberto de Paz... Bueno, de las promociones no hay que hacer caso NUNCA, ya sabrá. Las novedades deberíamos leerlas pasadas un año, cuando se acaba el ruido. ¿Qué me ha parecido? Flojo, pero no está mal. No ha sido una decepción (pero esto es algo que sólo tiene que ver con mis expectativas). La primera parte (tiene tres) es algo lenta, la segunda mejora y la tercera me gustó bastante. Si hubiese empezado por el final le hubiese quedado un libro cojonudo.

    Un saludo,

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  22. San Basilio, prologado por Merceditas Cebrián -oh, qué sorpresa...- pertenece al cada vez más extenso club de gentes (no me atreveré a llamarles autores o cosas así) que con el material para unos buenos párrafos, en lugar de limitarse a un cuento, tirán de novela. Porque el cuento parece que es género chico, para gentes como Borges y tal, y sobre todo, y aqui entras tu en juego, Olmos TioGilito ($$$$), los adelantos en euritos te los dan por eso que llaman narrativa. En la lista de los jóvenes autores prometedores que estiran el chicle pa colocar "narrativa modelna", pues entran casi todos los de la cuadra Timadori, Caballo de Troya, los becados avispados con Residencia (la Cebrián, la Elvira Navarro), por supuesto nuestro amiguete Albertito Olmos (todo lo que tenía que contar de su último título está en las tres primeras páginas: da para un chiste, un cuento o un chascarrillo). Etc, etc.
    Pero se ve que en facebook y tal, no follas ni un pelín, como no tengas foto-perfil con libro recién publicado de ....na-rra-ti-va modelna.

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  23. Las citas de la novela son escalofriantes, pero es que las de la entrevista no lo son menos..."Espero estar mirando cosas excitantes en Internet": impresionante. A ver si va a resultar que el autor es tan gilipollas como el personaje. O peor, a ver si a fuerza de autoficción vamos a acabar confundiendo autor y narrador. O peor aún, a ver si resulta contagioso y los lectores de estos truños se vuelven también como sus narradores... perdón, esto me está dando mucho miedo y me estoy poniendo paranoico... tendré que escribir una novela o suicidarme, lo que resulte más fácil.

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  24. Ah, por cierto: todo el coñazo ese del Santamaria y el Echevarria con la critica kitsch, internete y esas cosas, pues nada, otra ronda de promoción de los de siempre. Ya ha anunciado lunita que Echevarria se va a unir a la eucaristía esa promocional de monaguillos pajilleros, llamada sindicato del narcisismo. Otro blog kitsch más, Eche. Si es que lo de salir a la rambla a vocear el libro de turno cansa mucho. Mejor desde casa, en la pantallita y con aire acondicionado.

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  25. Flojo, pero no está mal es como decir gordo, pero no pesa mucho. Si es flojo está mal, si no está mal es pasable.

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    1. Lo sé. Flojo porque tarda en entrar en materia o en lo que el autor acaba convirtiendo el tema del libro. Pasable por la parte final, que hubiese querido que ocupase más espacio. Tengo que darle un par de vueltas más.

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  26. Nota: He rescatado tres mensajes de SPAM. Disculpen si alguno de sus mensajes no se publica inmediatamente, pero no tengo control sobre ese tipo de "filtros" aunque sí sobre el rescate.

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  27. Vaya, Carlos, veo que no escarmientas. Me he reído, me he reído.
    Una de las cosas que más me joden de este arquetipo de trepa idiota que responde al nombre de Tao Lin –en cuya escritura no he sido capaz de hallar un ápice de inteligencia, y menos aún las virtudes que exalta el bochornoso texto de la contratapa que reproduces– es ese juego seudo-frívolo y supuestamente provocativo con el asunto del suicidio que se trae entre manos. Quizás me jode mucho porque se da el caso de que últimamente se está suicidando bastante gente desesperada. No lo sé. Tengo que pensarlo.
    abrazo.

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  28. Bueno, bueno, tampoco será para tanto. Un mal escritor no es necesariamente un criminal. Yo mismo recuerdo una lectura que me gustó mucho en su momento a pesar que era chorra de cojones. Se llamaba Figurantes, de un tal Arnon Grunberg. Era suficientemente chorra para hacerme pensar que yo también podía ser capaz de escribir. Y bueno, luego te pones y no es tan fácil. Y no es tu intención ofender a nadie. Lo juro.

    Vamos, que escribir mal es como ser feo. Bastante tiene uno con serlo para que encima se le vayan descojonando por la calle los desconocidos.

    Habría que preguntarles a ellos.

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    1. Claro: escribir (ni siquiera estoy hablando de escribir bien) es ciertamente difícil. Igual me he pasado medio pueblo con Tao, lo concedo. Lo que sucede es que me fatiga mucho el rollo tonto que lleva y que tanto deslumbra, no puedo evitarlo. Pero la cuestión aquí no es si Tao es tonto o si es demasiado listo; la cuestión es su literatura, que me parece absolutamente inane. Que alguien haya comparado a este mozo con Beckett es un síntoma de la podredumbre de la crítica. Joder, qué apocalíptico estoy esta tarde noche. Bueno, a ver si gana el Athletic (soy del Barça, pero detesto a Guardiola, otro maestro de la autoimagen, otro listo). Chau, Quique.

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    2. Hombre, sí. Lo de la crítica tiene bastantes cojones, la verdad. Y lo del Athletic se te ha complicado un poquitín. Igual en la segunda parte lo arregláis.

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  29. Venga, Tongo, aligerando... Ahora un par de ellos de Sexto Piso, para algo te los mandamos GRATIS TOTAL.

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  30. Cagonlá, me acabas de recordar que tengo el de Sartre sin escribir. Me van a matar. Gracias, rey.

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  31. El azote de los zotes26 de mayo de 2012, 11:13

    "Sam trata de escribir la novela que le sacará del arroyo y le salvará de la parálisis existencial en la que hace aguas su vida"

    ¡Jajajajaja! La editora de Alpha Decay no sabe que hacer agua (hundirse) no es lo mismo que hacer aguas (mear). ¿Será que se mea toa?

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  32. A lo mejor te va más el rollo Mourinho, Clément...

    Saludos

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    1. No, Ire, no me va mucho el rollo Mou. Admitamos, sin embargo, que al menos Mourinho no trata de disimular que es un showman histriónico y egomaníaco.
      Anyway, y más allá de que es un personaje detestable, al menos Guardiola tiene talento, cosa que no puede afirmarse de Tao Lin.
      Atte.

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  33. El Sepulturero Torero26 de mayo de 2012, 22:38

    Menuda mierda, tío. De verdad, da grima saber la de acontecimientos positivos que tiene que vivir la gente para deprimirse un poco. Tengo comida, techo, meo y cago en un saludable cuarto de baño. Hasta tengo internet. Pero me voy a cortar las venas porque he sido profusa, irresoluble, fatal, inmensamente feliz esta tarde en un parque con unos amiquetes. Yo cogía a este marica por los tobillos y ensallaba birdies con todos los árboles del susodicho parque. Con la masa encefálica que se fuera depositando en la inocente corteza vegetal hacía un apropiado córtex vegetativo, muy apropiado para la nueva hornada de excretores que nos invade. Lo envasaría en tarros de cristal, tipo potito, o cuajada, y se lo suministraría vía oral a cualquiera de estos falsos contadores de historias. Lo único destacable de estos creadores es que son conocidos por no haber creado una puta mierda.

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  34. Estimado señor Tongoy,
    se lo digo sin maldad alguna, el problema de esta critica es que usted no ha pillado lo que intenta hacer Tao Lin. Que lo haga bien o mal lo puede juzgar usted como cualquiera, pero creer que Tao Lin no sabe que está escribiendo de un personaje "demasiado" autoreferencial e irritante es de tontos. Que su sentido del humor no acerte es otro rollo. Pero si la subjetividad y incluso la arbitrariedad pueden ser aceptadas en una critica, todavía no estamos listos para renunciar a que el critico piense antes de escribir.

    Sin rencor.
    Siempre suyo,

    Arturo

    PD
    No veo la hora de leer su proxima critica, porque a pesar de algo que no me gusta en su manera de relacionarse con los libros, encuentro sus entradas muy entretenidas.
    PD 2
    Perdone mi español, pero soy de otro país.

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  35. Hola Arturo, encantado. Que mis entradas le parezcan entretenidas es el principal objetivo de este blog por lo tanto me tomo su comentario enterito como un cumplido. Respecto a Tao Lin... he dicho todo lo que tenía que decir. Sí creo saber lo que quiere y sé también lo que hace lo que ya no sé es porqué se empeña en escribir siempre el mismo aburrido libro y la misma aburrida historia.

    Y no se preocupe. Se le entiende perfectamente.

    Un saludo y gracias por pasar.

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