martes, 11 de diciembre de 2012

De la inconveniente LEGITIMIDAD

UNO

30 de noviembre. Llueve. Ignacio Echevarría: “Basta de monsergas sobre la corruptibilidad de los reseñistas, sobre su ignorancia, sobre su mansedumbre y sus anteojeras”. A ver, un momentito, orden en la sala: las monsergas sobre la corruptibilidad de los reseñistas son la sal de vida. Como exreseñista Ignacio debería saber que no podemos renunciar a ellas, porque si renunciamos a ellas corremos el riesgo de dormirnos en los laureles y entonces puede llegar el lobo y comernos todito todito lo que no nos tiene que comer. Que los reseñistas son unos vendidos hay que decirlo siempre y dudar de ellos o directamente no creerse ni una palabra, también, siempre. Hemos llegado a un punto en que es una obviedad decir que los malos críticos son los culpables del bajísimo nivel de la crítica de los suplementos culturales de este país y que ya todos sabemos poco menos que, en el mejor de los casos y salvo honrosas excepciones, la crítica es decepcionante.

Pero no nos equivoquemos, esa crítica vaga, perezosa, poco o nada profesional; esa crítica que se prostituye por cuatro euros o que sólo atiende a intereses comerciales, esa crítica, digo, no es la peor crítica ni su perpetrador el peor de los críticos ya que, al fin y al cabo, es consciente de las “limitaciones” (entre comillas esto) de un público que sólo busca orientación y estar un poco al corriente de las novedades. Somos corderitos asustados. Pero hay otra crítica (otras, en realidad) que resulta mucho más despreciable que esa que, al fin y al cabo, hace lo que hace porque tiene una familia que mantener. Estoy hablando de la crítica que hacen los AMIGOS, esa banda de impresentables mentirosos y oportunistas, vagos y maleantes la mitad de las veces. Hoy hablaremos de un grupo de amigos muy concreto, porque en la concreción está el gusto. Pónganse cómodos; nos llevará un rato.


DOS

Miguel Espigado es escritor y, hasta donde yo sé (que tampoco es que sea mucho) ejerce de crítico literario en revistas como Quimera. Pues bien, Miguel Espigado publicó hace unos meses un artículo en su blog llamado ‘10 Consejos para ser un buen crítico literario’ en el que se incluía el siguiente punto: “No te hagas amigo de los escritores. Acabarás apoyando sus carreras con laslaudatio más bochornosas, pelotas y cursis. Luego, cuando tu amistad no sea justamente correspondida, pondrás sus libros a caer de un burro en justo desagravio”.

Exacto. Aunque Miguel Espigado tenga algunos días malos, de vez en cuando también tiene momentos de extrema sensatez, es capaz de ver más allá de sí mismo y entender que la amistad está bien para según qué cosas pero fatal para según qué otras.

Además de estos arrebatos de sentido común, Espigado tiene un blog o dos o tres. El actual se llama “elespigado”. Antes de eso, mucho antes, abrió uno al que llamó Generación Nocilla cuya primera entrada, escrita en julio de 2007, servía para definir qué es y quién integraba La Generación Nocilla. [1] Sin querer hacer demasiada historia de un hecho sobradamente conocido, la generación Nocilla surge a raíz de la repercusión que tiene la novela de Agustín Fernández Mallo [2], Nocilla Dream, de la que no hablaré si no es en presencia de mi abogado. Vicente Luis Mora [3] prefería llamar a esta generación “La luz nueva”, porque Vicente tiene estas cosas de buscarle nombres raros a todo. En cambio a Eloy Fernández Porta [4], socio de Spoken Words con Agustín Fernández Mallo, le gustaba mucho más la etiqueta de “Afterpop”, que por algo escribió un libro con ese nombre. Los Fernández siempre en la vanguardia.

Nota de interés: el tercer blog de Espigado al que hacía referencia más arriba se llamaba “Afterpost” y prestaba especial atención a la obra de los integrantes de la Generación Nocilla. Qué cosas, ¿eh? Esto no ayuda a entender a qué viene incluir en el segundo punto de los ‘10 consejos para ser buen crítico literario’ lo inconveniente o sospechoso de criticar libros de tus amigos si luego vas y casi no haces otra cosa en tu vida.






24 comentarios:

  1. Felicidades, Tongo! ya te publican en la hoja parroquial Sindicato II llamada Diario Kafka ...junto al gran Vicentito Luis de la Mora. Jojojo. Esto había que verlo.

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  2. Ostras, sí, el "Afterpost" daba vergüenza ajena. Es un fantástico ejemplo de lo que dice que hay que hacer para ser un "buen crítico literario". Lo cierto es que durante un tiempo estuvo en boca de todos los "integrantes" como "referencia obligada", o sea que le salió bien.

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    1. A mi no me gusta hablar, ya lo sabes, pero "y tan bien que le salió..."

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  3. A mí lo que más me incomoda no es el amiguismo, son las intensas reacciones emocionales que muestran ante cualquier crítica en la red. ¿Cuál es su espacio común ideal? ¿Uno en el que no se lee una opinión disonante sin que reciba insultos por respuesta?
    Y esto ocurre en cualquier sector, cultural o lo que sea, en el que haya españoles. Si no es el propio criticado el que sale a escena anónimamente (angelitos, se creen irreconocibles) es un amigo ("¡tú no te metes con mi compadre!").
    Haces bien en señalar los nombres de todos los amigos, para orientación de los lectores. Así sabemos que van a hacer acto de presencia.
    Ojalá desarrollen sentido común o dignidad. Aunque sólo sea para que la imagen que proyectamos de España deje de ser tan risible.

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    1. Lo del dolor es lo mejor. Ese afectación tan de "no me lo merezco" es a ratos hilarante a ratos desesperante. Son legión, además. Y tan cansinos...

      Al final todo esto servirá para que sean más amigos que nunca los unos de los otros. Me quedo con eso. Me gusta hacer el bien. Que se me recuerde como el hombre que los unió en la adversidad. Es bonito.


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    2. Estas reacciones tan teatrales dicen mucho de la calidad moral y del poco sentido humor de estos amigos. Y también lo dice todo sobre la calidad de sus textos.

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  4. Por favor, cuánta estupidez... Y esta gente tiene que decirnos qué es la literatura? vamos apañados

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  5. me refiero a LOS AMIGOS que practican la transparencia y la crítica.

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    1. Se entiende. O se quiere entender. Y sí, ellos marcan tendencia. Fuera de su círculo (concéntrico) sólo hay oscuridad.

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  6. Te defiendes como gato panza arriba y me gusta pero no tengo claro que puedas resistir mucho tiempo este combate desigual,ellos usan la retórica de la sabiduría para esconder sus infamias y somos pocos los lectores que podemos distinguir y eso con esfuerzo, la literatura de sus falsos pretendientes, hoy me siento platónico.
    Este año he leído dos veces Vineland y ya van tres y la última fue la mejor. Mientras los lectores crean que la literatura es una forma de pasar el tiempo, como los videojuegos de Gil, y no un acceso a la comprensión de lo que nos pasa desapercibido, los charlatanes tienen todas las papeletas para ganarse el premio. Leí afterpop y me pareció interesante, nunca había andado por esos caminos, pero después de leer y empezar a disfrutar de Vineland lo de afterpop me pareció el trabajo de un becario que suspira por elevarse en el escalafón.

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    1. Este combate lo tengo perdido desde antes de haberlo empezado. Lo sé. Les bastará con hacer oídos sordos y dejar que todo siga como siempre. ¿Crees que les molestará cualquier cosas que diga mas allá de los diez minutos que les lleve leer el post? No, que va. Tampoco es que me quite el sueño, si te soy sincero. Está bien para pasar un rato, luego aburren. Y sus novelas ni te cuento.

      Me niego a leer Vineland tres veces, pero prometo leerla una aunque sólo sea para conocer tu opinión. Si crees que hay algo que debería saber dilo ahora.

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    2. El problema es que creen que por ir diciendo que son buenos pasan automáticamente a serlo. Es cierto que la autosugestión es muy buena, pero las ventas son las ventas y ahí (no) están, por más que cierren los ojos y se abracen los unos a los otros.

      También hay que decir que al menos el Mallo es simpático, que ya es mucho tal y como está el patio. Supongo que los talleres que imparte deben de ser divertidos.

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    3. Pero, ¿qué dices? Si ya has ganado desde el principio. Lo que pasa es que aún no lo sabes.

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    4. Sí, Ire, pero el tema de las ventas se arregla echándole la culpa a la mala distribución o al exceso de oferta o, mucho mejor, al dominio absoluto de las grandes editoriales, que controlan el mercado. No es que, en definitiva, que no sean buenos: sólo son invisibles. De ahí el ruido, supongo.

      Y ojo, que nadie dice que no sean simpáticos. Seguro que hay muchos que son la monda lironda, pero bueno, que yo para salir de copas ya tengo gente.


      Iracundo, no sé... no sé.... quiero pensar que sus futuras obras serán mejores o que ellos dejarán de hacerse tanto la pelota, pero no acabo de creérmelo, sinceramente.

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  7. Si no te importa que te lo diga, amigo Tongoy (aprovecho antes de que me salgan los trolls que arrastro últimamente... perdón, los gremlins, que es mejor no darles de comer después de medianoche), creo que te estás equivocando con esta réplica a la réplica de la contraréplica o algo así... a la mafia nocillera les haces más daño con tus críticas a la crítica, y no con este enredo de este dijo no sé qué porque el otro le dijo no sé cuantos porque era amigo de no sé quién... no hace falta, te lo aseguro. O en todo caso, déjalo para los comentaristas de tus post. Todo esto dicho con cariño, que conste...
    (por cierto, siempre me lo he preguntado: para esto de la "generación Nocilla" vale sólo la marrón o también la de dos colores?).

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    1. Sí, lo sé, pero hay que diversificar. Aquí esto y allí lo otro. Además, es evidente (lo de ellos), sí, pero no para todo el mundo y la verdad es que me pedía el cuerpo largarme ese rollo y yo al cuerpo estoy ya por darle lo que me pida. Además son artículos que se escriben solos, las cosas como son.

      (P.D. De todos modos, sí, prefiero mil veces una reseña que una crítica de una crítica. Da mucho más juego. Ni punto de comparación).

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  8. El mayor inconveniente que tuve al leer Vineland por primera vez fue la presencia constante de imágenes televisivas y cinematograficas ora para caracterizar a los personajes cuando es Pynchon quien habla, ora cuando hablan los personajes por sí mismos ora cuando describe las acciones de L.D. y otros .

    Se podría decir que Vineland es una serie de televisión o una película, pero es mucho más. Matrix por ejemplo, película que a todos nos ha gustado mucho y me incluyo, sin embargo es una mierda, en realidad de Matrix sólo se salvan cinco minutos o seis, da igual, todo el resto es bazofia de relleno. En Vineland no hay relleno, cada párrafo nos dice algo que no sabíamos o a lo que no le dábamos importancia. Hay un momento donde Pynchon, en la tercera lectura lo comprendí, cuenta cuál es el problema, es en el diálogo de Prairie con su hermano, en el que, a pesar de la lucidez del chaval y no hay que olvidar que Pynchon se ha tomado el trabajo de construir un niño muy inteligente, se equivoca en su opinión sobre Zúñiga, despistado por la inocencia con la que el policía ve la televión. Esa inocencia de Zúñiga es la que le permite ser un esbirro y a la vez engañar a un niño.
    Como ves paso de Vineland a Gil a través de Zúñiga. Y no sigo porque con Gil y esta gente yo no juego ni a la oca.

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    1. Me copio tu comentario en un word, que luego cualquier lo encuentra. Me vendrá bien. Me has convencido, definitivamente, para leer Vinelad. Me acabo un par de cosas y en navidad me pongo a ello. Hablamos.

      Por Gil se puede pasar siempre. Es como el comodín de la llamada.

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    2. Una pregunta: "Hay un momento donde Pynchon, en la tercera lectura lo comprendí, cuenta cuál es el problema". ¿Qué problema?



      (Deberías pensar identificarte de alguna manera, O, con una firmita o algo así; sólo como anónimo no siempre te identifico).

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    3. El problema de ver la televisión o ir al cine o escuchar música y aceptar que a cambio de una o dos buenas escenas o compases que ni siquiera llegan a ser de calidad nos sodomicen la cabeza en orgías multitudinarias incluso en la soledad de la propia casa.

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  9. Me apunto para pensar sobre ello el asunto este de la legitimidad. De momento, no tengo muy claro qué significa ni para qué sirve, pero le echaré una pensada y veré si llego a algo.

    También se trata el asunto de la independencia que, resulta necesario decir, es garantía necesaria.

    Y qué sé yo cómo explicártelo: que yo entré a entretenerme y la cosa se va poniendo turbia y cuando se más turbia, pues que ya no necesita a nadie.

    La pregunta para ti es: ¿te gusta la senda que se te aparece tras la rendija abierta en la puerta de DK? Eres tú el que valora los pros y contras, lo estás haciendo, ¿verdad?

    Abrazo

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    1. ¿Los pros y los contras? ¿Qué Pros?
      Bromeo. No claro que no valoro nada de eso. ¿Te has vuelto loco? Si pensase medio minuto en algo de todo esto me pondría a ver una película, seguramente.

      Tampoco le demos más importancia de la que tiene. Ni senda ni nada. Aventurilla. Si yo en realidad todo esto lo hago para no tener que fregar los platos.

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    2. No sé. Probablemente me pongo en lo peor (esperando que pase lo mejor). Ese tipo de frases que, sin pensar, te escuchas repitiendo como un cliché. Pero, entre tú y yo, volveré a leer con calma el resultado de la autopsia y reflexionaré sobre el asunto de la legitimidad.

      (((La pose que utilizo para hacer creer que estoy pensando, me garantiza unos diez minutos sin tener que fregar platos - A continuación, debo bajar la basura)))

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